Carlos Traspaderne
August 3, 2015 § Leave a comment
Fotografía perteneciente a la serie Riberia © Carlos Traspaderne, Logroño
Nota del autor
Los procesos de construcción de identidades son largos, complicados y, mayormente, absurdos. Las comunidades humanas no se forman por afinidades selectivas, sino a empellones por (sin)razones históricas, políticas, antropológicas, sociológicas y demás pocológicas. Cuando un grupo de gente comparte un sitio más o menos común, tiende a buscar parecidos para liar regiones, naciones, estados, etc, casi siempre delimitados por imposiciones geográficas: mares, cordilleras, ríos. Ríos como el Ebro, un caudal de agua que suele ser complicado de vadear, que para cambiar de lado exige puentes; una obvia metáfora del encuentro voluntarioso de pueblos vecinos. Pero con el término Riberia queremos simbolizar no a entidades separadas por una vía fluvial, sino a los parecidos entre los pobladores de las orillas, que nos permiten el atrevimiento de bautizar así a su país. Si en otros sitios el río ha aglutinado a los habitantes de ambas costas, entre La Rioja, Navarra y Aragón siempre ha sido una trinchera civil que ha separado a aquellos que se parecen más de lo que creen.
Tolo Parra
May 29, 2015 § Leave a comment
Fotografía perteneciente a la serie Oblivion © Tolo Parra, Sevilla 1980
Nota
La trascendencia de lo cotidiano.
El trabajo de Tolo Parra puede definirse como la incertidumbre constante de un destino que se resiste, una aceptación manifiesta de sus impulsos, obsesiones y añoranzas, un trabajo autobiográfico en el que retrata la vida a través de su experiencia.
Bajo un mismo denominador común se articulan cada una de sus series: la melancolía, sentimiento con el que realza la inverosímil trivialidad de las escenas comunes, muchas de ellas representadas en espacios muertos donde yacen recuerdos de vida que potencian el estado de soledad. Una suerte de existencialismo paisajístico en un proceso de búsqueda de la armonía del estado anímico con el entorno. En su trabajo, los sentimientos se convierten en identificables puntos geográficos, realidades palpables y subjetivadas; no son lugares a los que acudir, sino el tránsito de una vida generada por el pulso de vivir.
A través de la fotografía desnuda, exenta de intervenciones, capta con un acercamiento tímido aunque decidido la escena encontrada, que asimila a por un proceso de mímesis sensible, no visual. La analogía entre la necesidad física de traslado, de viaje y la exploración no son sino reflejos del afán de migración afectiva, de la experimentación sensible.
Su trabajo se presenta articulado como lo hace la propia memoria, del mismo modo en que se procesan nuestros pensamientos a través de ideas fragmentadas que se suceden y donde conviven lo sugerente con lo explícito, dando lugar a una percepción cargada de continuos contrastes, donde el autor despliega un ideario desde su propia intimidad.
María Arregui.
Comisaria y critica
Pol Masip
May 12, 2015 § Leave a comment
Miguel Vasconcelos
April 22, 2015 § Leave a comment
Fotografía perteneciente a la serie Autopista © Miguel Vasconcelos, Guimarães, Portugal, 1967
Nota del autor
Autopista es el resultado del proyecto de unas viajes en la red de carreteras de la Península Ibérica, desde 2009 y hasta 2011.
Las imágenes fueron tomadas durante el viaje, del interior del coche en movimiento, notando la misma algo borrosa y algo de ruido en la imagen, lo que es un propósito y da una impresión de lo efímero.
Ricardo Dominguez Alcaraz
April 8, 2015 § 1 Comment
Fotografía perteneciente a la serie no one’s land © Ricardo Dominguez Alcaraz, Valencia 1984
Nota del autor
“Trabajar en la sombra está bien, tienes la tranquilidad que te da el no estar expuesto ni las presiones que esto conlleva. Pero trabajar en la sombra es desagradecido. Haces una función esencial, o cuanto menos, una función importante, pero como nadie te ve, nadie sabe de tu existencia, pues nadie sabe de tu importancia. Hasta que algo sale mal y, claro, repercute en lo que sí que se ve. Ahí pasas de ser nadie, a ser una especie de malvado de película de superhéroes.
A las zonas circundantes de las ciudades les pasa algo así. No nos damos cuenta de su importancia. De hecho, no nos damos cuenta casi ni de su existencia. Pasamos por ellas en coche, moto, bici, incluso caminando. Y no nos damos cuenta de que éstos límites son los que nos dan paso a una ciudad, nos dan paso a ser de una ciudad, nos nutren de lo que es una ciudad y a través de ellos pasan las cosas que hacen que una ciudad sea una ciudad.
Y es que solemos dar por sentadas las cosas y no nos planteamos porqué o cómo pasan. Es normal, cada vez la vida “moderna” (o post-moderna como se llama ahora) es más rápida, impulsiva y directa. No hay tiempo para una refexión, las decisiones deben ser aquí y ahora. El “ya” manda. Así que acabamos yendo a lo nuestro, rápido y sin mirar alrededor.
“No one’s land” pretende lo contrario, es decir, pretende detenerse, hacer un descanso, mirar alrededor y refexionar. En concreto sobre los límites de la ciudad, sobre los territorios que se quedan en tierra de nadie, sobre cómo son, sobre qué los conforma y sobre qué importancia tienen para los ciudadanos de cualquier núcleo urbano. Se trata de observarlos y comprenderlos.
Pero no puedes tratar de comprenderlos desde el asiento de un coche, debes caminar por ellos, oír lo que se oye, oler lo que se huele, ver todo lo que hay dispuesto en ellos. Y de lo primero que te das cuenta es que, aunque sean pertenecientes a una ciudad, son totalmente diferentes. Son quietos, casi inmutables y parece que no esté pasando gran cosa en ellos. Son la contraposición perfecta y necesaria a cualquier ciudad y no podrían existir el uno sin el otro.
Sin embargo, también te das cuenta que son difusos y en muchos casos más subjetivos que lo contrario. Te das cuenta que eres tu quién muchas veces fija el límite sobre el territorio, eres tú quién dice “estoy dentro de” o “estoy fuera de” más que el territorio en sí. En los pueblos y poblaciones pequeñas saber si estás dentro o fuera es algo más fácil, pero en las ciudades esto se vuelve complicado y pisas territorios que pese a pertenecer a la ciudad, tú los das como fuera de ella, como un lugar sin dueño ni patria, básicamente porque no pasan las cosas que pasan en la ciudad.
Además, tampoco hay los mismos elementos que te esperas si estás en una ciudad: hay campos (más o menos trabajados), hay miles de postes de luz de madera y aluminio, hay grandes anuncios publicitarios, hay vías de tren y carreteras de comunicación rápida sin semáforos ni pasos de peatones, y si los hay no conducen a ninguna acera, a ningún edificio, a nada. Y, claro, te llama la atención porque no lo entiendes.
Hasta que te paras delante de ellos y los escuchas. Te dicen que este paso de peatones es por algo que ya no es ni antes de nacer. Te dicen que la ciudad es ciudad entre otras cosas porque es nacimiento y término de grandes vías de comunicación o porque necesita algo llamado electricidad y hay que llevarla desde donde se produce hasta donde más se consume. Y donde se consume, hay necesidad de vender. También te dice que es una pequeña vía de escape, en algunos casos individual, en algunos casos colectiva. Y que en estos últimos, la ciudad es un ser voraz que necesita del límite para expandirse y respirar.”
Daniel Bartoll
April 8, 2015 § Leave a comment
John Divola
March 19, 2015 § Leave a comment
Fotografía perteneciente a la serie Isolated Houses © John Divola, Los Angeles 1949
David Mussina
February 19, 2015 § Leave a comment
Fotografía perteneciente a la serie The National Parks © David Mussina
Mónica Ortega
May 30, 2014 § Leave a comment
Joaquín Ruina
May 22, 2014 § Leave a comment
Fotografía perteneciente a la serie Marbella © Joaquín Ruina, Marbella 1984